A finales del pasado mes de agosto, aprovechando la celebración de la Semana del Automóvil en Monterey (California, EE.UU.), Bugatti daba a conocer su nuevo modelo roadster de gran lujo, el Mistral, un vehículo que se deriva directamente del Chiron y que gracias a la potente mecánica de 8.0 litros de capacidad y 16 cilindros dispuestos en W le convierte por derecho propio en uno de los convertibles de mayor potencia del mercado.
Bugatti comienza con el lanzamiento del Mistral a entonar el canto del cisne en lo que sus propulsores gasolina se refiere. Y, sin duda, lo hace a lo grande, pues para ello no se ha limitado a instalar por última vez este potente bloque en una serie especial de alguno de sus modelos, sino que lo hace sobre la base de una nueva carrocería y de un nuevo vehículo que añadir a su gama.
El Mistral es un atractivo roadster biplaza de gran lujo que se deriva directamente del superdeportivo Chiron. Un convertible que si bien no va a ser recordado como alguno de sus “hermanos” de gama por ser el modelo más rápido de su segmento, o el más potente o el más caro, sí que lo hará por el innegable atractivo de su diseño y su notoria ambición deportiva. Y todo ello viene dado de manera sistemática por el uso de su mecánica de 16 cilindros, que la marca destaca como el último que de la misma se va a producir en su portfolio de productos.
Bugatti dice adiós a su motor W16 sobre la base del nuevo Mistral. El motor es ya un viejo conocido en la gama del fabricante, pues este lo ha venido utilizando en distintos modelos, versiones y series especiales de su gama desde que lo incorporara por primera vez en 2005 sobre la base del Veyron, y que ha venido utilizando de continuo hasta el lanzamiento en 2019 del Chiron Super Sport 300+.
El Mistral ha sido desarrollado sobre la base ya conocida del Chiron , modelo del cual también se derivan otros muchos modelos de la marca francesa como el Centodieci, el Divo o La Voiture Noire, por citar a algunas de sus series especiales y versiones más recientes. El motor 8.0 W16 está presente en todos ellos y, a lo largo de los años desde su presentación en 2005, ha ido recibiendo distintas evoluciones sucesivamente con el fin de mejorar e incrementar su rendimiento y prestaciones, Así, de los 1001 CV que entregaba de origen en su primera versión, hoy, sobre la base del nuevo Mistral, la cifra de potencia máxima se incrementa hasta alcanzar los 1.600 CV.
Bugatti ya piensa en su futuro eléctrico y los dirigentes del fabricante vinculado al grupo Volkswagen ya han apostado por erradicar lo antes posibles sus propulsores ICE en su gama. Así, los futuros lanzamientos de vehículos que se vayan produciendo van a ser de modelos dotados con propulsores eléctricos, hasta el punto de que el Mistral será el canto del cisne definitivo para esta mecánica 8.0 W16 turboalimentada, que Bugatti no volverá a utilizar en ningún otro nuevo modelo, versión o serie especial de cara al futuro de la marca.
Con esta mecánica, el Mistral puede alcanzar una velocidad punta de hasta 420 km/h. Sus 1.600 CV podrían llevarle incluso más allá, pero es el límite que se han marcado los ingenieros de la marca para el modelo. Aun siendo una velocidad muy elevada, esta no le convierte en el roadster más rápido del mercado, pues tal honor recae sobre el Hennessey Venom GT Spider, que alcanza los 427,4 km/h. Un registro que muy probablemente se encargará pronto de pulverizarár la nueva versión F5 Roadster del propio modelo americano que con su motor V8 6.6 litros V de 1842 CV y 1617 Nm de par aspira a alcanzar los 500 km/h.
Bugatti bien podría lanzar una versión aún más más radical del Mistral en el futuro, aunque por el momento sus planes —especialmente a la vista del actual proceso de descarbonización iniciado por la marca— no lo contemplan, por que parece que los 1.600 CV que ya desarrollaba el Chiron Super Sport 300 + de 2019 y sus 490 km/h serán el límite del propùlsor W16.
El nuevo Bugatti Mistral, que tras su primera presentación oficial en la Car Week de Monterey este pasado mes de agosto ahora vuelve a ser noticia por haber asignado ya todas las unidades que está previsto producir del modelo a clientes de Bugatti, es un roadster evolucionado a partir del Chirón. El biplaza francés carece de techo y es la primera versión de un modelo derivado directamente del Chiron que Bugatti ofrece en el mercado carente de él.
Como buen vehículo roadster, carece de una capota a bordo que se pueda poner y quitar de manera rápida, aunque Bugatti si que ofrece “un techo de emergencia”, un techo de lona que poder transportar a bordo del coche por si llueve de forma inesperada y es preciso dotar al coche de una cubierta para poder desplazarse. Su posicionamiento no es automático, sino que es preciso que los ocupantes del vehículo desciendan del mismo para poder ubicarlo en sus anclajes y poder utilizarlo.
No es, sin embargo, la primera vez que Bugatti ofrece un vehículo de estas características en el segmento del Chiron, pues previamente el Veyron ya dispuso en su gama de dos versiones abiertas como fueron la Grand Sport y la Grand Sport Vitesse (de la cual posteriormente se derivarían numerosas versiones especiales y unidades de tipo único generadas por el interés y deseos personales de los clientes). Y anteriormente a esos modelos también ofreció en el mercado otros modelos carentes de techo en su carrocería, como fueron los Bugatti Type 35 y Type 57 Roadster Grand Raid. En concreto, el diseño de este último también ha servido de fuente de inspiración a los diseñadores del Mistral.
Al contrario de lo que habitualmente sucede con los lanzamientos de Bugatti, el nuevo Mistral es, entre otras características, un modelo rápido, elegante, potente y, evidentemente, caro, aunque en su versión de lanzamiento no consigue ponerse al frente de ninguna de estas posibles clasificaciones entre los modelos disponibles en el mercado. Y si bien ocupa posiciones muy cercanas, no lidera de manera absoluta ninguna de ellas.
Su espectacular diseño mantiene, como es lógico, tanto el estilo como muchas de las características y cualidades ya apreciadas en las espectaculares versiones de carrocería cerrada del Chiron, respecto de las cuales además de la evidente ausencia del techo de la cabina destaca especialmente la adopción de sendas jorobas que se extienden por la carrocería desde el final del habitáculo, tras los asientos, hacia la zaga. Como es habitual en Bugatti, este detalle de estilo exclusivo del Mistral frente al diseño de Chirón, también responde por igual tanto a necesidades estéticas como funcionales. Los diseñadores e ingenieros de la marca no tienen por costumbre dar puntadas sin hilo en estos aspectos y ambas jorobas aportan tanto una estética diferenciada al modelo a la vez que sirven para proteger a sus pasajeros en caso de vuelco. De igual modo, las oquedades abiertas en ella y los flujos de aire que contribuyen a generar facilitan el mantenimiento de la temperatura del potente motor W16 contribuyendo a tanto a su refrigeración como a su respiración en su disposición central trasera a bordo del Mistral.
Esta obsesión tanto por la forma como por la función de los diseñadores e ingenieros de la marca también se aprecia en el peculiar diseño en “X” que adopta la firma lumínica trasera y sus ópticas, cuya función no sólo es la de iluminar el coche y facilitar la percepción e identificación del mismo por otros usuarios de la vía en situaciones de visibilidad reducida, también se encargan de ventilar los enfriadores de aceite dispuestos en los laterales del coche gracias a la apertura de unos conductos especiales que conectan la superficie de los pilotos traseros con los radiadores. Aun así, su peculiar diseño en forma de “X” tampoco es nuevo dentro de la gama de Bugatti, dado que ya se pudo contemplar una solución semejante en el prototipo que prefiguraba en el año 2020 el Bugatti Bolide (su llegada al mercado se espera para 2024) lo que contribuye a que podamos pensar que se trata de una funcional solución de estilo que la marca podría adoptar de cara a sus futuros modelos y que el Mistral parece anticipar.
En muchos aspectos, el Mistral es un modelo claramente continuista del Chiron y de las sucesivas evoluciones que este modelo ha tenido. Tanto su estructura (elaborada íntegramente en carbono) como su bastidor, buena parte del diseño exterior de su carrocería como del acabado y terminaciones interiores apenas ofrecen diferencias con el modelo de techo cerrado. Esto significa igualmente que las elevadas y prácticamente infinitas posibilidades de personalización que Bugatti ofrece a sus clientes para dotar a sus vehículos de aquellos elementos distintivos y del acabado que les permiten disfrutar de un modelo prácticamente único siguen plenamente vigentes también para este roadster de lujo.
Como ya hemos mencionado, Bugatti únicamente va a producir 99 unidades del Mistral. Tras mostrar el coche en la Car Week de Monterey, todas ellas ya han sido adquiridas por clientes de la marca y, de manera prácticamente inmediata se va a dar inicio a la producción de todas ellas. En principio, está previsto que las primeras entregas a clientes se produzca durante el primer trimestre de 2024, una vez que el coche haya superado todos los test dinámicos a los que Bugatti somete a sus vehículos y se hayan verificado y afrontado las pruebas de homologación pertinentes, aunque dada la producción manual de cada unidad y las especificaciones particulares que cada cliente puede solicitar de la marca, estas se producen prácticamente para cada coche del centenar que está previsto producir.
Precisamente por ello, hablar del precio del Mistral resulta prácticamente inútil, pues cada una de ellas dependerá exactamente del gusto y los caprichos de sus propietarios. En todo caso, si podemos avanzar que el precio de partida arranca en los cinco millones de euros.
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